Las abejas son mucho más que recolectoras de miel. Son polinizadores esenciales para la polinización y diversidad ambiental. Sin embargo, en los últimos años su supervivencia se ha visto seriamente amenazada por distintos factores como son el uso indiscriminado de pesticidas, la pérdida de hábitat por la excesiva urbanización y deforestación, parásitos y enfermedades, contaminación ambiental y un largo etcétera.
Uno de los factores más preocupantes es el cambio climático cuyas consecuencias ya se sienten en los ecosistemas donde habitan las abejas.
Las abejas polinizan cerca del 75% de los cultivos alimentarios del mundo. Sin ellas, muchos de los alimentos que consumimos, frutas, verduras, frutos secos y semillas, que son el alimento fundamental para el ganado, se volverían escasos o desaparecerían. Además, su papel va más allá de la agricultura: muchas plantas silvestres dependen de las abejas para reproducirse.
El cambio climático está haciendo que las estaciones se vuelvan impredecibles. Las flores pueden abrirse antes o después de lo habitual y si esto no coincide con los ciclos de vida de las abejas, se quedan sin alimento.
El aumento de temperaturas extremas afecta al vuelo, la capacidad de búsqueda de alimento y a la salud en general de las abejas, reduciendo además la disponibilidad de néctar de las flores al secarse estás mucho antes.
Por otro lado, las sequías, tormentas e inundaciones pueden destruir hábitats, alterar ecosistemas y acabar con colonias enteras, por no hablar de los incendios que periódicamente asolan nuestros bosques.
Este año en que hemos tenido una temporada con lluvias excesivas puede haber consecuencias en la cosecha de miel.
Las abejas no pueden salir a libar con la lluvia, lo que impacta directamente en la producción. Además, las lluvias intensas pueden estropear las flores, lavar el néctar o hacer que duren menos tiempo abiertas.
Confiemos en que venga pronto una primavera cálida y con abundante floración para que las abejas puedan recuperarse y producir una buena cosecha
¿Qué podemos hacer para proteger a las abejas?
- Plantas flores autóctonas en jardines y balcones para ofrecerles alimento todo el año, no solo en primavera
- Evitar pesticidas, especialmente los neocotinoides, muy dañinos para las abejas.
- Comprar miel local y artesanal, apoyando a los apicultores que son los que cuidan a las abejas y por ende a nuestro medio ambiente.
- Apoyar políticas climáticas y proyectos de conservación de polinizadores.